Alimentación en la
adolescencia tardía (de 15 a 19 años)
Esta es una edad difícil, de
cambios, de inestabilidad emocional. Los hábitos alimenticios dependen más de
la moda y los amigos que de la familia.
Hay gran riesgo nutricional
debido a que aumentan mucho las necesidades y aparecen nuevas situaciones de
riesgo (deporte de competición, uso de contraceptivos y/o drogas, enfermedades
crónicas, embarazo, entre otras).
Una dieta NO adecuada puede
influir desfavorablemente sobre el crecimiento, la maduración sexual y tener
efectos posteriores en la edad adulta. Por ello, es importante motivar para que
aprendan una correcta alimentación y practiquen ejercicio regular.
Qué
factores influyen en la alimentación del adolescente
1. AUMENTO DE SUS NECESIDADES:
muy superiores a las de los niños y adultos. Tanto de calorías como hierro,
calcio, y vitaminas. Difieren según el sexo y el grado de madurez. Guardan
mayor relación con el grado de desarrollo puberal que con la edad cronológica.
2. ADOPCIÓN DE HÁBITOS
ALIMENTARIOS ANÓMALOS.
·
30-50% de
chicos no desayunan o lo hacen de forma insuficiente. Pueden rendir menos en su
aprendizaje.
·
Las
comidas fuera de casa son muchas veces comidas rápidas o “fast food”.
·
El
picoteo disminuye el apetito. Los aperitivos (galletas, dulces, helados
etc.) tienen muchas calorías y grasas insanas que favorecen la obesidad.
·
Llevan
dietas hipocalóricas para reducir peso, macrobióticas, vegetarianas,....
·
Consumen
menos leche y derivados. Y toman más bebidas azucaradas como refrescos.
·
Comen más
grasas y proteínas y pocos hidratos de carbono.
·
Consumen
tóxicos (tabaco, alcohol, anabolizantes) que influyen en la nutrición.
¿Tienen
mayores necesidades los adolescentes?
LA RESPUESTA ES SÍ.
Las calorías varían según la masa
muscular (mayor en varones), la actividad física y velocidad de crecimiento. En
promedio unas 2750 kilocalorías para chicos y 2.200 para chicas. Estas calorías
se aportaran en forma de:
- Hidratos de carbono: aportan el 55-60% de las calorías del
día. Mejor que sean complejos (pasta, arroz, legumbres) y menos del 8-10%
refinados (azúcar, pasteles, dulces).
- Grasas: deben aportar un 30% de las calorías
del día. Se recomienda que:
·
menos del
7%-10% en forma de GRASA SATURADA (carnes grasas, embutidos, leche entera,
nata, mantequilla, helados, aceite de coco y palma, manteca),
·
7% GRASA
MONOINSATURADA (aceite de oliva),
·
13%-15%
GRASA POLIINSATURADA (pescados grasos y aceite de oliva),
·
y menos
del 1% GRASA SATURADAS TRANS (margarinas, galletas, snacks, bollerías, fritos
envasados, platos preparados, salsas).
·
Deben
tomar poco colesterol (yema de huevo, carnes grasas, lácteos).
- Proteinas: aportan el 10-15% de las calorías del día. Deben ser
2/3 de origen animal y 1/3 de origen vegetal.
- Vitaminas: al aumentar las necesidades de
energía, los requerimientos de vitaminas en general también están incrementadas
ya que intervienen en el metabolismo de los hidratos de carbono y de las
proteínas. El rápido crecimiento óseo exige cantidades elevadas de vitamina D y
calcio.
- Minerales: los que presentan mayores problemas en adolescentes
son:
·
CALCIO:
es fundamental que en la adolescencia se logre una buena masa ósea para evitar
el riesgo de osteoporosis en la edad adulta.
·
HIERRO: los adolescentes necesitan más hierro.
Se debe debido a la mayor fabricación de hematíes en la sangre y mioglobina en
el músculo. A esto se añade las pérdidas por la menstruación en las chicas.
·
ZINC: Su
deficiencia produce efectos inmediatos sobre el crecimiento y reparación
tisular.
¿Qué recomendaciones daríamos
a los adolescentes?
Es mejor motivar y dar a los
jóvenes una explicación accesible sobre lo que es una dieta recomendable.
El mejor consejo es seguir la Pirámide de Alimentación y Ejercicio físico. En ésta hay 5 grupos de
alimentos. “Porción de alimento” es aquella parte de alimento que sirve
como unidad de cantidad o volumen. Es necesario tomar todos los días el mínimo
de las porciones de los 5 grupos. La cantidad depende de la edad, sexo, estado
de salud y nivel de actividad.
En
general:
1. La dieta debe ser variada.
2. La distribución de los
alimentos a lo largo del día es importante.
·
El desayuno es una de las comidas más
importantes del día (25% del total diario) para mantener una buena actividad
física e intelectual. Debe incluir un lácteo, cereales y una fruta o zumo
natural.
·
A media
mañana una fruta, yogurt o bocadillo.
·
No hacer
una comida copiosa para evitar la somnolencia posterior. Debe aportar el
30%-40% de las necesidades.
·
Merienda
equilibrada (15-20%)
·
Cena
(25-30%) que se elegirá según los alimentos ya consumidos el resto del día.
3. Evitar picoteos entre horas.
4. Consumir menos proteínas.
5. Consumir carnes poco grasas
(vaca, pollo, ternera). No tomar la grasa visible de la carne.
6. Usar aceite de oliva.
7. Aumentar la ingesta de
legumbres, pescados y cereales sobre todo integrales, así como ensaladas,
frutas y verduras.
8. Beber agua y zumos naturales.
9. En los refrigerios los frutos
secos, frutas deshidratadas, colines y palomitas de maíz son más saludables que
la bollería, dulces o fritos.
10. Las hamburguesas y pizzas
pueden tomarse siempre y cuando se equilibre la dieta. Las patatas mejor al
horno que fritas. El pan, integral.
11. Tomar al menos medio litro de
leche o derivados al día. Si hay riesgo cardiovascular u obesidad tomarlos en
forma desnatada o semidesnatada.
12. La fibra es importante. Comer
varias veces al día vegetales (frutas, hortalizas, verduras, legumbres), en
todas las comidas. Es mejor el alimento completo que la fibra aislada (fruta
fresca en lugar de zumo, cereales integrales mejor que harinas refinadas).
13. Controlar la sal.
14. Evitar el tabaco y el
alcohol.
Tomado del sitio web: Padres y pediatras al cuidado de la infancia y adolescencia http://www.familiaysalud.es/crecemos/el-adolescente-joven/alimentacion-en-la-adolescencia-tardia-de-15-19-anos
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